09 mayo 2007

• Luis Miguel iluminó la noche canaria ante 23.000 seguidores

La noche más romántica

Luis Miguel iluminó la noche canaria ante 23.000 seguidores
El cantante Luis Miguel, conocido como el Sol Mexicano, iluminó la noche canaria durante el concierto que ofreció ante 23.000 seguidores, quienes lo acompañaron en el recorrido que hizo por sus veinticinco años de carrera musical.
"Que se dice muy rápido", exclamó el artista, quien invitó a sus admiradores a recorrer "esas canciones que ustedes han hecho famosas y que forman parte de sus vidas".
"Y de la mía", apostilló el cantante, quien se hizo esperar más de veinte minutos, aunque la fuerza con la que irrumpió sobre el escenario hizo levantar al público, que pudo contemplar a un Luis Miguel enérgico, sonriente y muy bronceado.
Siempre elegante y con sus característicos dientes relucientes sobre su tostada tez, Luis Miguel invadió el Estadio de Gran Canaria con su voz y con los acordes de los músicos que lo acompañaron.
"Qué bonito público", afirmó al dirigirse a los espectadores, a los que dedicó un aplauso porque "están cantando excelentemente bien".
"¿Qué les parece si nos ponemos un poco románticos?", propuso el Sol Mexicano para dar paso a sus baladas, "¿me acompañan a cantarlas?"
De este modo prosiguió el espectáculo, cuya agilidad hizo que la primera hora pasara casi en un suspiro, pues apenas hubo transición entre los bloques que dedicó a los grancanarios, los primeros centrados a sus baladas más susurradas, como "El día que me quieras", "Bésame mucho" o "Tú me acostumbraste".
"Dicen que la distancia es el olvido", entonó el artista en una noche en la que la Luna no se quiso enfrentar al astro mexicano, quien recibió un ramo de flores de sus seguidoras y se acercó varias veces a las primeras filas para dar la mano a sus fans.
Su inconfundible "Por debajo de la mesa, acaricio tu rodilla" se convirtió en una sola voz que se extendió por la explanada del estadio, que también fue recorrido por su famoso "Mujer, si puedes tú con Dios hablar".
Tras la primera hora de espectáculo llegó la oscuridad, que rápidamente dio paso al enardecimiento del público cuando vio aparecer a casi una docena de mariachis con acordes de júbilo que acompañaron a Luis Miguel en su reaparición en el escenario.
Las rancheras dedicadas a su tierra colmaron el estadio de alegría e hicieron que el cantante recorriera el escenario con más fuerza aún.
Aferrado a su micrófono y siempre sonriente, siguió con su "Altanera, preciosa y caprichosa" para dejar que los acordes de los mariachis sonaran acompañados por su silencio y pudieran transmitir su emoción al público.
Con los sombreros alzados para agradecer la acogida, el grupo se retiró y el cantante abordó temas aún más conocidos, como "Decídete", que con saltos animó a sus seguidores a corear.
"Cuando calienta el sol" o "Será que no me amas" llegaron cuando el público estaba totalmente conquistado por el embrujo de Luis Miguel, que lanzó multitud de besos para agradecer su entrega.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La noche del 8 de mayo de 2007 fue y será para mi la mejor. Mi idolo en mi tierra y con ese pontencial de voz hizo que todo el estadio se pusiera en pie, desde el mas joven hasta el mas mayor. Nadie puede borrar el recuerdo de esa noche. Yo sueño, sueño, sueño....

3:37 p. m.  

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